viernes, 13 de marzo de 2009

Cantando en el extranjero

El día que eché de menos mis libros italianos hacía calor y yo paseaba por la calle Alcalá de Madrid tomándome un helado de fruta que me recordaba el sabor de los auténticos helados italianos. Llegué andando hasta la plaza de Oriente y me senté en un banco. Justo en ese instante pensé lo maravilloso que es poder vivir a tu bola en tierra extranjera. Una de las mejores cosas de estar en el extranjero es el anonimato. El hecho de que no te reconozca nadie. Nada de amigos, conocidos del gimnasio, el primo pesado de tu madre, la novia de tu ex del instituto, tu ex del instituto… es una ventaja que hay que aprovechar. Nadie te conoce y tú no conoces a nadie. Aquí no puedo evitar recordar un párrafo del último libro de Fabio Volo, Il giorno in piú (creo que podría traducirse con Un día más en español, pero no estoy segura). El protagonista de la novela se llama Giacomo y tiene la costumbre de cantar sin darse cuenta mientras pasea. Cuando esto le pasa en su país le da vergüenza y deja de hacerlo enseguida por miedo a que alguien le oiga. A veces, por ejemplo, se le queda grabada una canción cuando la oye en un bar y no consigue quitársela de la cabeza, la canta de manera inconsciente hasta que le vuelve este sentimiento de vergüenza y se calla. Pero un día, en Nueva York, recorrió un buen tramo de la Octava Avenida cantando Uomini soli de los Pooh. En Italia se habría callado de inmediato, pero al estar en un país extranjero descubre que está disfrutando con la vergüenza, y en especial con el estribillo. Creo que todos los italianos lo recordaremos: Dio delle cittá e dell’immensitá. Se me ponen los pelos de punta!!!Jamás cantarías esta canción en tu casa, pero en el extranjero la cantas a pleno pulmón hasta quedarte sin voz. ¡Como nadie te conoce, qué más te da! El otro día me pasó una cosa parecida; no sé cómo entró en mi mente una canción de Eros Ramazzotti, Una terra promessa. Empecé a cantarla y sólo después me di cuenta de que esa canción que antes me provocaba odio profundo ahora me hacía sentir más cerca de mi casa y se me había pegado a la cabeza. Me gustaría cerrar la primera intervención de mi nuevo blog con dos preguntas, que dirijo a españoles e italianos:
¿Cuando estáis en un país extranjero alguna vez habéis actuado como Giacomo, el protagonista de la novela de Volo?
¿Conocéis a Fabio Volo?